No existe ninguna otra piedra como el diamante. Nada se le puede comparar. Esta piedra preciosa necesita de una tonelada de piedra para que menos de medio quilate pueda llegar a formarse. Bajo tierra y con temperaturas extremas, que un diamante llegue a nacer es prácticamente un milagro, uno que ocurre en los lugares más remotos de la Tierra.
La palabra diamante proviene del término griego ‘Adamas’ que significa indestructible. No hay nada, exceptuando otro diamante, que pueda rayar a esta gema, convirtiéndolo en uno de los materiales más duros y resistentes del planeta. Le caracteriza un brillo intenso, mágico, que en la Antigua Grecia les hizo pensar que los diamantes eran fragmentos de estrellas fugaces caídas desde el cielo. Este halo de misterio y la rareza del material convierten a los diamantes en las piedras más codiciadas del planeta. Son únicos, no hay dos iguales. Cada diamante refleja la historia de su arduo camino bajo tierra para formarse, con pequeñas incisiones que hacen una perfección imperfecta, una belleza irrepetible, y que ayuda a distinguir los diamantes naturales de aquellos sintéticos o imitaciones.
LAS CUATRO C
COLOR
No todos los diamantes son incoloros, el grado de color se determina con la escala GIA que comprende desde la letra D (sin color) hasta la Z (amarillo claro / marrón). Todos los #AristocrazyDiamonds son blancos o extra-blancos, comprendidos entre las letras D y H de la escala.
CLARITY
La pureza y la belleza del diamante se encuentra en las pequeñas imperfecciones. Debido a las condiciones en las que estas gemas se forman, es muy raro que un diamante no tenga inclusiones internas. Éstas nos ayudan a distinguir a los diamantes naturales de las imitaciones o los sintéticos y, además, aportar un valor único a cada diamante individual.
CUT
Un diamante de finas proporciones, una simetría perfecta y un pulido impecable hacen que el diamante presente una mejor interacción con la luz, dándole un brillo más intenso y una apariencia que nos hace comprender la fascinación que existe por esta piedra preciosa.
CARAT
Un quilate equivale a 200 miligramos de peso. Los diamantes de menos de un quilate se dividen en 100 puntos, como los céntimos de un euro. Para poder llegar a crear una piedra de menos de 0,5 quilates es necesario casi una tonelada de piedra, además de unas condiciones extremas de calor, lo que hace que cada quilate sea un asombroso proceso de la naturaleza que ocurre de forma esporádica y que hace de los diamantes unas de las piedras preciosas más codiciadas y exclusivas.
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- 22 de octubre en Barcelona – Carrer del Consell de Cent, 351
- 25 de octubre en Madrid – Calle Gran Vía, 26
- 26 de octubre en Valencia – Calle Colón, 42
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